De camino hacia la edad de 104 años, la mente de esta veterana eclipsa a todo ser humano de habla hispana de nuestro tiempo. ¡Sin duda!
Nacida en Navarrés, población del interior de la Provincia de Valencia, habla, se expresa y piensa en español. Lee periódicos, revistas, se mantiene informada con la televisión y la radio. Conserva la curiosidad por el conocimiento. De jovencita, a pesar de su inteligencia y mente despierta renunció a estudiar en favor de su hermano. Trabajó en negocio familiar. Se casó con un médico militar, Agustín Arguisuelas, quien fundó la primera clínica de la comarca. Viajó. Tuvo a Marita, a consecuencia de un bombardeo alemán. Paradójicamente, su única hija se casó con un alemán, Erich Sebald.
Mi homenajeada ha conocido la guerra y la paz. Ha vivido una vida con mucha lucidez, con vena artística y creativa, presente, también, en otros miembros de su familia. Se dedicó a la música su sobrino, el cantante Joan Baptista Humet. De sus cuatro nietos, Mónica, residente en USA, pinta, Mercedes, es bailarina de flamenco en Alemania, casada con el guitarrista canadiense Robert Colomb. En alemania viven Erich, encuadernador, e Isabel. Todos hacen Skype habitualmente con su abuela, quien disfruta de esta forma de comunicarse con su dispersa familia, engrosada por tres biznietos.
Herminia es Dama de la Orden de Malta, una distinción poco habitual. Pero, de todo ello, lo que me fascina, es cómo recita de memoria sus propios poemas. El documento sonoro con que me obsequió, reciéntemente, lo demuestra. Pensé en editarlo, es decir recortarlo y arreglarlo... Pero, nadie se creería lo que cuento. Con tan sólo tirar de un hilillo y darle pie, recuerda las poesías, las dice, casi las canta. Son nostalgia pura, de una vida tan larga... Es ella misma, en su sillón, quien quizás lo sabe, pero no se inmuta, que es la decana, la mayor de todos nosotros, los poetas.
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