Quienes hemos seguido de cerca las obras del Puerto de Valencia en los últimos años, no olvidemos que la America's Cup ha impulsado un nuevo concepto de puerto lúdico e integrado en la ciudad de Valencia, estamos más que sorprendidos por el avance de estas infraestructuras.
Los barcos fondeados en nuestra costa ya conforman un paisaje pintoresco hace tiempo. El puerto comercial de Valencia, finalmente se queda en Valencia. Porque si, porque la ubicación es estratégica y los barcos están llegando en tropel durante años. Solo hay que ver la cola para entrar a faenar con unas gruas de vértigo manejadas por los estibadores a toda pastilla... Valencia es una potencia marítima. No lo digo por fardar, válgame el blog para decir esta verdad, le pese a quien le pese.
En la Playa del Saler, ¡son enormes!, se lucha por devolverlos a aguas profundas. Pocos reparan habitualmente en su magnitud; hay que ser conscientes de su relevancia para mover grandes contenedores entre continentes. La vida de los marinos que trabajan a bordo, incluye periodos de permanencia fondeados fuera de puertos seguros con altos costes económicos por atraques, estibajes y otros servicios. Un campo de fútbol, para hecernos una idea, cabe en uno de estos cargueros que nos pueden hacer sentir liliputienses frente a Gullivers trasportistas sobre las olas.
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