Cuando se ha conocido a una estrella incipiente,
En ciernes, como María,
Cuando esa luz comienza a emitir con potencia,
Mi firmamento se reafirma.
El sentimiento y la fuerza en la expresión
No han de reprimirse.
El goteo desvanecido, por sí sólo, convierte a la pintura en la lágrima del pincel.
Esa experiencia, por conocida, María, te eleva al mostrarla abiertamente...
Y, mujer, esa dulzura tuya, es herencia de Azucena.
¡Benditas mujeres fuertes!
Vuestra estela en mis pisadas.
Con mis alas traviesas, a Barajas vuelo sin avisar al controlador aéreo.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡Os beso desde mi orilla, cachitos de mi vida, Muaaaaaaa!!!!!!
¡ENHORABUENA, MUCHA SUERTE Y FELICIDAD MARÍA!
¡SIGUE PINTANDO Y EMOCIONANDO!
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